Hay infinitas formas de comer fresas: en pastel, mermelada, compota, etc. La mera mención de estos platos ya suena complicado, ¿no? Pero con los 6 trucos siguientes vas a poder disfrutar de las fresas sin complicarte la vida. ¡Y de una forma única!
1. Fresas para coronar tus postres
Un simple pudding de postre no es nada especial. Dale un toque final con fresas cortadas en rodajas y hojas de menta. Colócalas de forma que parezcan una flor y dejarás a tus invitados impresionados.
2. Sorbete de fresas
Congela 500 g de fresas. A continuación, descongélalas brevemente y tritúralas junto con una cucharada de miel (aprox. 90 g) hasta obtener un sorbete. La combinación del sorbete de fresa con los arándanos tiene un sabor espectacular.
3. Cubitos de hielo
Rellena una bandeja para cubitos de hielo con fresas y luego con agua. Congela y usa los cubitos para tu bebida favorita. ¿Lo mejor? Una vez los cubitos se hayan derretido, puedes comerte las fresas de su interior.
4. Chupa-chups de fresas
También puedes hacer unos chupa-chups de fresas muy fácilmente. Para ello, insértalas en un palo de madera y corta una X en la punta final de las fresas. Separa las X de las puntas de las fresas y échales nata batida encima. Finalmente, decora las fresas con migas de galleta.
5. Fresas en hojaldre
5.1. Corta masa ya preparada en circunferencias. Haz 6 cortes en cada circunferencia, dejando el centro sin tocar.
5.2. Coloca una fresa en el centro de cada circunferencia de masa de hojaldre y cúbrelas con la masa superponiendo uno a uno los cortes previamente realizados.
5.3. Hornea las fresas en hojaldre durante 15 minutos a 160 °C con la circulación de aire activada. Antes de comerlas, déjalas enfriar completamente.
6. Mariquitas de chocolate y fresa
Disfrazadas de mariquitas las fresas se ven aun más lindas. Para hacerlas, corta las fresas por la mitad y pega con ayuda de chocolate derretido un arándano en cada extremo ancho de las fresas. Dibuja el resto de marcas de la mariquita con chocolate derretido. ¡Qué lindas!
Estos 6 trucos son facilísimos de hacer y son la prueba definitiva: ¡menos es más!