En los años 90 el «KiBa» era una bebida muy popular en Alemania. Se trata de una mezcla de jugo de cereza y plátano muy rica, saludable y energética. Los dos jugos se complementan perfectamente, la dulzura del plátano y la acidez de las cerezas producen un sabor único. Así que es hora de rendir homenaje a esta bebida mediante un pastel KiBa. Gracias a las gelatinas de colores, le dimos a esta tarta un diseño absolutamente mágico, que descubrirás al cortar la primera rebanada. ¡Pero míralo tú mismo!
Vas a necesitar:
Para la gelatina roja:
- Gomitas dulces en forma de cereza de la marca Haribo o cualquier otra (unos 200 g)
- 150 ml de agua
- 150 ml de jugo de limón
- 35 g de gelatina remojada
- 50 g de azúcar
Para la gelatina verde:
- La parte verde de las gomitas dulces en forma de cerezas de la marca Haribo o cualquier otra (unos 100 g)
- 100 ml de jugo de limón
- 9 g de gelatina remojada
Para la base del pastel:
- 105 g de galletas integrales
- 55 g de mantequilla líquida sin sal
- 10 g de azúcar
Para la crema de queso crema:
- 400 g de queso crema
- 55 g de yogur natural
- 3 plátanos no muy maduros
- 75 ml de agua
- 90 g de azúcar
- 25 g de gelatina remojada
- 1/2 cucharada de jugo de limón
- 3 ml de extracto de vainilla
- 300 g de crema (nata)
Además:
- Molde redondo de 18 x 5,5 cm
Se hace así:
1. Con las tijeras, corta las gomitas en forma de cereza, de manera que puedas separar las partes verdes (100 g) en un cuenco y las partes rojas (200 g) en otro cuenco.
2. Vierte las partes rojas de las cerezas en una olla y añade agua, el azúcar, el jugo de limón y la gelatina remojada. Calienta todo hasta que las gomitas de cereza y la gelatina se hayan disuelto. Vacía la gelatina aún caliente en un recipiente redondo y profundo y pon en el refrigerador al menos 2 horas.
3. Para la gelatina verde hay que hacer lo mismo, pero sin el azúcar. Vierte la gelatina verde en un recipiente redondo y mételo en el refrigerador al menos 2 horas.
4. Desmiga las galletas integrales y mézclalas con mantequilla líquida y azúcar para formar una masa. Pon la masa en un molde para pasteles y presiónala firmemente hacia el fondo. Mete la base del pastel al refrigerador al menos una hora.
5. Para la crema de queso crema, primero bate el queso crema y el yogur con el azúcar. Corta los plátanos en pequeños trozos y ponlos a hervir con agua y azúcar (de 5 a 10 minutos). Haz un puré con los plátanos con una trituradora eléctrica. Añade la mezcla de plátano enfriada a la mezcla de queso crema.
6. Calienta la gelatina remojada con un poco de la mezcla de queso crema en el microondas y revuelve todo hasta que esté suave. Agrega esta mezcla al resto de la crema de queso crema. Bate la crema (nata) ligeramente y agrégala a la mezcla anterior. Añade el extracto de vainilla y el jugo de limón. Viértelo todo en una manga pastelera.
7. Con un pequeño cortador de galletas, corta tubitos de gelatina roja. Pon la gelatina sobrante de nuevo en una olla y derrítela, la necesitarás más tarde para la tapa del pastel.
8. Saca del refrigerador el molde con la base de galletas y aplícale una fina capa de crema de queso crema. Luego coloca los tubitos de gelatina roja en dos círculos sobre la crema (ver foto). En el espacio entre los dos círculos rojos, echa más crema, sobre todo en el borde superior de la gelatina roja.
9. Usa un cortador de galletas redondo más grande para cortar un círculo en el centro de la gelatina verde. Retira el círculo y con el anillo exterior de gelatina restante cubre la mezcla de queso crema que aplicaste en el espacio entre los dos anillos de gelatina roja. Asegúrate de que los dos extremos de la gelatina verde toquen la roja.
10. Rellena con cuidado el molde con la mezcla de queso crema restante y alisa la superficie. Pon todo en el refrigerador durante unos 45 minutos. Cuando la mezcla de queso crema esté suficientemente firme, puedes verter la gelatina roja líquida (del punto 7) en la superficie. Luego coloca el pastel en el el refrigerador durante toda la noche.
Al día siguiente puedes quitar el anillo del molde y decorar el pastel con cerezas y menta fresca. La receta puede parecer un poco laboriosa a primera vista, pero vale la pena. ¿Qué tal si sorprendes a todos en una fiesta con este pastel?