Cuando el sol brilla con todo su esplendor, no hay nada mejor que encender la parrilla e invitar a algunos amigos a disfrutar de tu último botín recolectado en la carnicería. Según el mundo entero, la longaniza sabe mejor recién salida de la parrilla: no hay nada que supere el aroma ahumado y su textura crujiente. Pero por desgracia, el clima no siempre está de nuestra parte, así que necesitamos tener un plan B bastante bueno para asegurarnos de no desperdiciar la longaniza. Para compensar la decepción de los días lluviosos, a nosotros nos da por acudir a ciertos inventos para salvar cualquier emergencia. En esta ocasión, te proponemos capturar el grandioso sabor de la longaniza en un caracol que podrás compartir con toda la familia y amigos. Todo lo que necesitas es media hogaza de pan, longanizas y un poco de tus condimentos para crear esta generosa delicia.
Caracol de Longaniza
Equipment
- Molde para tarta
- Papel para hornear
Ingredientes
- 1/2 hogaza pan
- 2 papas cocidas
- 3 pepinillos en conserva en rebanadas
- 1 cebolla morada picada
- 4 longanizas
- 3 huevos
- 200 ml nata (crema)
- 1 cucharada mostaza
- al gusto sal y pimienta
Elaboración paso a paso
- Dobla una hoja de papel para hornear en forma de embudo. Pon la punta en el centro de un molde para tarta y corta toda la parte que sobresalga del borde. Cuando desdobles la pieza de papel para hornear, debe tener el tamaño del molde.
- Coloca dos rebanadas de pan en la base del molde y, sobre de estas, pon las mitades de pan por todo el borde interior. Después añade las rebanadas de papa en el fondo del molde.
- Agrega una capa de pepinillos y cebolla.
- Coloca las longanizas en forma de caracol encima de todos los ingredientes, empieza por el centro.
- Mezcla los huevos, la crema y la mostaza para hacer una salsa cremosa.
- Vierte la salsa sobre el caracol de longaniza y hornéalo a 180 ºC durante 30 minutos.
Video
¡Y eso es todo! La longaniza al horno sabe tan deliciosa como la de la parrilla. Con esta receta tan creativa, no habrá necesidad de cancelar las fiestas en el jardín cuando las nubes tormentosas se apoderen del buen clima. ¡Desastre conjurado!