¿Puede el chocolate ser un pecado? ¿O las galletas? ¿O la crema batida? ¿O esta cremosa y refinada tarta, hecha de tres capas y sin pasar por el horno? Sin embargo, si tu conciencia te reclama porque este pastel es muy pesado, ¡te recomendamos compartirlo con muchos invitados! Después de todo, siempre es bueno tener una razón para invitar a la gente a casa.