Hay algo en la lasaña a la boloñesa que la hace inolvidable. La combinación de una salsa de carne muy consistente con la suavidad de la tradicional salsa blanca bechamel: se trata de un maridaje de sabores simple pero perfecto, que ha convertido a Bolonia en una de las capitales gastronómicas del mundo.
La salsa bechamel también es conocida como «roux» entre los chefs franceses, y es la base de muchos platos fantásticos. Así que vale la pena dominar la técnica. Si la salsa te salió bien al primer intento, ¿por qué no celebrar con una copa de tu vino preferido? ¡Salud!