Corta la parte superior de la bola de mozzarella como si fuera una "puerta". ¡Asegúrate de no cortarla completamente! Sostén la "puerta" abierta con mucho cuidado. Saca un poco de queso con una cuchara para hacer un hueco que posteriormente rellenaremos con los ingredientes.
Agrega un poco de jamón, tomate seco y hojas de albahaca. Después cierra la parte superior.
Ahora dale un baño de harina a cada bola, después pásalas por el huevo batido y finalmente por el pan molido.
Fríe cada bola durante unos seis minutos en una olla con aceite vegetal.