Cuela las cerezas y recolecta el jugo. Disuelve la maicena en una cucharada de este jugo. Luego, pon el resto del jugo a calentar y, en cuanto empiece a hervir, agrégale la maicena disuelta. Deja que la mezcla se espese y añade las cerezas.
En un bol aparte, mezcla el queso mascarpone, el amaretto, el azúcar y la esencia de vainilla.
Prepara el café, después agrégale el jengibre en polvo y déjalo enfriar.
Coloca la primera capa de galletas de soletilla en un molde rectangular y rocíales la mitad del café. Agrega y extiende la mitad del mascarpone y después una capa de cerezas. Repite los tres primeros pasos (galletas de soletillas - café - mascarpone), y deja el molde en el refrigerador durante seis horas.
Amasa con la mano el azúcar en polvo, las almendras y el amaretto, y forma una bola grande. Arranca unos trocitos y moldea unas bolitas más pequeñas. Ponlas en un recipiente con cacao en polvo y canela, y agita todo hasta que las bolitas queden bien cubiertas con la mezcla.
Coloca las bolitas de mazapán sobre el tiramisú guardando una distancia proporcional. Rocía el tiramisú con una capa de cacao en polvo con la ayuda de un colador.