Pon a hervir el azúcar y el agua, reduce la temperatura y espera a que el caramelo se ponga marrón. Después deja que se enfríe brevemente hasta que las burbujas desaparezcan. Vierte parte del caramelo en cuatro moldes pequeños, de modo que el fondo quede cubierto. Coloca los moldes dentro de una fuente para horno. Deja enfriar el caramelo en los moldes y reserva el resto del caramelo para la decoración.
Corta a la mitad una vaina de vainilla y agrega la pulpa en la leche para el flan.
Mezcla la leche de vainilla con los huevos y el azúcar, y luego reparte de manera uniforme la combinación en los cuatro moldes pequeños que tienen caramelo. Tip: pasa previamente la mezcla por un colador para filtrar cualquier pedazo de vainilla.
Vierte agua caliente en la fuente de horno hasta que el nivel alcance la mitad de los tazones. Luego mete todo al horno a 170 ºC durante 25 minutos con la activación de aire activada. Posteriormente, refrigera los moldes por una hora y media.
Utiliza el caramelo que reservaste para la decoración: coloca boca abajo cuatro moldes pequeños sobre papel de hornear y barnízalos con aceite por fuera. Luego toma un poco de caramelo con una cuchara de madera y espárcelo con movimientos rápidos en forma de zigzag sobre los moldes, de modo que los finos hilos de caramelo se entrelacen.
Deja que el caramelo se seque. Luego, con las tijeras corta cuidadosamente los hilos alrededor del molde. Uno por uno, dale la vuelta a los moldes y ponlos en platos pequeños. Después coloca las rejillas de caramelo encima... y este encantador postre estará listo.
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