Mezcla harina, aceite, agua y sal hasta que obtengas una masa uniforme. Déjala reposar una media hora.
Exprime las espinacas descongeladas hasta que estén lo más secas posible. Mézclalas con ricota, huevo y parmesano. Sazona la mezcla con sal y pimienta.
Divide la masa en dos mitades y extiende ambas de forma que tengan el mismo tamaño. Coloca el camembert en el centro de una de las mitades y forma un círculo a su alrededor con la mezcla de espinaca y ricota. Asegúrate de dejar unos 2 o 3 cm de espacio entre la espinaca y el borde de la masa.
Bate el huevo y pincela la masa que queda entre la mezcla de espinaca y el borde. Cubre la masa con la otra mitad de masa. Cierra los bordes con ayuda de un tenedor.
Haz entre 20 y 25 cortes en la masa, sin llegar al camembert. Gira los trozos unos 180°.
Unta la superficie completa con el resto de huevo batido y hornea durante 40 minutos a 180 °C con la circulación de aire activada.
Extrae con cuidado la capa de masa de encima del camembert, saca uno de los "rayos" de tu "sol", mójalo en el camembert y ¡que aproveche!
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