Amasa con las manos todos los ingredientes para la masa. Usa el codo para poner suficiente peso en la masa y que los ingredientes se integren mejor. Envuelve la masa en film transparente y déjala reposar durante una hora. Si utilizas una máquina para cortar pasta, aplana la masa hasta que tenga un grosor de 1,5 mm.
Pon la pechuga de pollo en una olla con agua, jengibre, cebolleta y sal. Hierve el pollo durante una hora a fuego lento.
Esparce un poco de harina de papa en la superficie de trabajo y corta la masa ya reposada en dos partes, una para los fideos para la versión vegetariana y otra, para la de carne. Extiende una mitad hasta que la masa tenga un grosor de 1,5 a 2 mm. Luego dobla la masa como se muestra en la foto.
Corta la masa doblada en fideos de 1,5 a 2 mm de ancho.
Saca la carne de pollo, el jengibre y las cebolletas de la olla, y corta la carne en pequeños trozos. ¡Atención!: necesitarás el caldo en el que cocinaste el pollo para la sopa en el siguiente paso. Luego hierve agua en otra olla y escalda el pak choi en ella durante 30 segundos. Corta la cebolleta en tiras largas y finas para la cobertura.
Pon aceite de sésamo en un bol, añade el caldo de pollo y corrige el punto de sal.
Hierve los fideos en agua caliente durante un minuto. Luego ponlos en la sopa junto con el pollo, el pak choi, las cebolletas en tiras y los hilos de chile encima.
Hierve un huevo y después pélalo y córtalo por la mitad. Fríe los champiñones y los tomates en una sartén con un poco de sal. Escalda el pak choi en agua caliente. Luego corta más cebolleta finamente.
Pon a hervir el caldo de verduras con ajo y jengibre y después sácalos de la olla.
Pon en un bol el miso, el aceite de sésamo, la salsa de soja y, por último, el caldo de verduras (sin el ajo y el jengibre). Hierve la pasta durante 1 minuto y ponla también en el bol. Adorna la sopa con el champiñón ostra, los tomates, el huevo, el pak choi y la cebolleta.