Bate las claras de huevo con azúcar hasta que hagan espuma y luego añade la grasa de coco y la harina. Divide la masa en tres tazones (50%, 25% y 25%) y colorea las masas con los colorantes alimentarios en el siguiente orden: rosa, verde y amarillo.
Forra dos bandejas de horno con papel para hornear, a continuación pon la masa rosa en una bandeja y alisa la superficie. Vierte la masa verde y la masa amarilla en la segunda bandeja, pero no las revuelvas (necesitarás mayor cantidad de masa verde). Alisa estas masas también y hornéalas todas durante 15 minutos a 140 °C, con la circulación de aire activada.
Saca las masas del horno y deja que se enfríen. Corta las flores de la masa rosa con el cortador de galletas. Luego córtales en medio un círculo con un popote o pajita.
Con el cortador de galletas en forma de hoja, corta las hojas de la masa verde, y con la pajita o popote corta pequeños círculos de la masa amarilla. Forma las flores poniendo las 3 piezas juntas en una bandeja grande de horno con papel para hornear.
Bate las claras de huevo con azúcar hasta que hagan espuma y añade la grasa de coco y la harina. Extiende la masa con cuidado sobre las flores de la bandeja de hornear. Alisa la superficie y mete la bandeja en el horno durante 15 minutos a 140 °C con la circulación de aire activada. Deja que la bandeja de hornear se enfríe brevemente y luego voltéala sobre un paño de cocina limpio.
Retira con cuidado el papel de hornear y, con un segundo paño de cocina, dale la vuelta a la masa, de modo que el lado de las flores quede hacia abajo.
Espolvorea el bizcocho con azúcar. Mezcla todos los ingredientes para la crema de queso crema y luego úntala sobre el bizcocho. Deja un pequeño borde libre en la parte superior. Coloca las fresas en filas de 5 en la masa y reparte el resto de la crema de queso crema en los espacios intermedios.
Enrolla la pieza con la ayuda del paño de cocina y métela en el refrigerador durante una hora y media.