Primero prepara la masa. Pon los huevos en un tazón con el azúcar, la sal y el extracto de vainilla, luego cuela encima de esta mezcla la harina y el cacao. Añade la leche y la mantequilla derretida y mezcla hasta alcanzar una textura suave.
Vierte la mezcla a través de un colador para que no se formen burbujas. Después haz poco a poco 6 crepas cuadradas con toda la mezcla.
Para preparar el relleno, pon en un bol la mantequilla, el azúcar en polvo, el cacao, la crema (nata) y el chocolate negro fundido.
Mezcla bien los ingredientes para conseguir una buena crema de mantequilla de chocolate.
Extiende la primera crepa sobre una superficie lisa. Unta la crema de mantequilla de chocolate sobre una crepa.
Enrolla la crepa que untaste con la crema de mantequilla de chocolate, pero solo hasta que la siguiente crepa pueda colocarse en el borde de la primera.
Coloca la siguiente crepa sobre la superficie que sobresale de la primera crepa, previamente untada con crema de mantequilla de chocolate, y unta también la segunda crepa con esta crema. Continúa así hasta que las 6 crepas estén cubiertas de crema de mantequilla de chocolate. Forma un gran rollo con todas las crepas.
Coloca el rollo en papel de hornear y envuélvelo bien, de forma compacta. Retuerce los extremos como si fuera una envoltura de caramelo. Refrigera el rollo envuelto en papel de horno durante al menos 2 horas, pero preferiblemente toda la noche.
Cuando el rollo ya esté frío, sácalo del papel de horno y córtale ambos extremos para que queden rectos. Coloca el rollo en una rejilla y pon un recipiente debajo para recoger la cobertura de chocolate. Vierte la cobertura de chocolate tibio de manera uniforme sobre el rollo.
Coloca rápidamente las raspas de chocolate negro en forma de corteza de árbol sobre la cobertura. Tip: si la cobertura de chocolate se seca demasiado rápido, puedes calentarla de nuevo con mucho cuidado con un secador de pelo.
Enfría el pastel de árbol terminado y sírvelo 30 minutos después.