Cuece las láminas de lasaña en agua con sal durante 2.5 minutos. Después enjuágalas y colócalas en un plato o una bandeja de madera. Nota: Si colocas las láminas de lasaña una encima de otra, pon siempre un trozo de film transparente entre ellas.
Fríe la carne molida con la cebolla y el ajo en una sartén. Añade el orégano, la sal, la pimienta y el puré de tomate y cocina a fuego lento. Después deja enfriar la boloñesa.
Fríe las tiras de pimiento en una sartén y desmenuza el pollo ya cocido con dos tenedores. Escalda las espinacas y salpiméntalas.
Coloca las láminas de lasaña juntas de manera que se superpongan entre sí unos 3 cm. Luego unta las láminas de forma alternada con la boloñesa, la ricota y las espinacas, el queso crema con pimientos y, por ultimo, el pollo. Repite la operación hasta cubrir todas las láminas de lasaña. Importante: Deja unos 4 cm sin cubrir en la última placa de pasta.
Rocía el parmesano rallado sobre la boloñesa; la mozzarella rallada sobre las espinacas con ricota, y el cheddar rallado, sobre el pollo con queso crema y pimiento.
Enrolla suavemente las láminas de lasaña y colócalas "de pie" en el fondo del molde desmontable. Coloca con cuidado el anillo alrededor de la base y ciérralo. A continuación, mete el molde en el horno durante 25 minutos a 170 °C con la circulación de aire activada.