Limpia la botella, retira la etiqueta y corta la parte del cuello de la botella.
Derrite el chocolate blanco en baño maría. Mézclalo gradualmente con leche caliente y bate hasta lograr una consistencia cremosa. Bate la crema con la pulpa de vainilla hasta que esté espumosa e incorpora suavemente la mezcla de chocolate y leche.
Rellena la botella de forma alternada con mousse de chocolate blanco, trocitos de galletas de soletilla y huevos de caramelo de Pascua, asegurándote de colocar estos últimos en el centro. Congela la botella llena durante al menos 8 horas.
Cuando la mousse de chocolate esté bien congelada, retira la botella de plástico con el cúter. Corta las orejas de dos conejitos de Pascua de chocolate y entiérralas en los extremos del rollo. Si es necesario, fija las orejas con chocolate derretido.
Calienta la crema y mézclala con el chocolate hasta conseguir una consistencia cremosa. Vierte el ganache en un plato plano y rueda el rollo de mousse de chocolate blanco encima para que quede cubierto con el ganache.
Cuando el ganache haya cuajado, derrite un poco de chocolate blanco y utilízalo para decorar el rollo de mousse a tu gusto.
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