Calienta todos los ingredientes de la crema de leche en una olla hasta que la consistencia se parezca a la del pudding. A continuación, tapa la crema de leche y déjala enfriar.
Revuelve la harina, el azúcar y la levadura junto con la crema de leche fría hasta obtener una masa suave.
Divide la masa en cuatro partes de distinto peso: 100 g, 800 g, 400 g y 200 g. Colorea los 100 g de masa con colorante alimentario negro. Colorea la masa de 800 g de color rojo con el jarabe de sandía. Luego amásala con las gotas de chocolate. Colorea la masa de 400 g de color verde con el jarabe de manzana. La porción de masa de 200 g no se colorea.
Cubre todas las masas y déjalas subir durante una hora.
Extiende la masa negra hasta formar una tira larga y fina y córtala en cuatro trozos de igual longitud. Después colócalos uno encima de otro formando una estrella.
Aplana la masa verde en forma de círculo y colócala en el centro de la estrella de tiras de masa negra. Aplana la masa sin colorear y dale forma de círculo. Después colócala sobre la masa verde; barnízalo primero con un poco de agua. Forma una bola con la masa roja y colócala en medio de la masa sin colorear; humedécela previamente con agua. Luego coloca las dos solapas de masa junto con las tiras de masa negra sobre la bola roja.
Dobla el resto de la masa sobre la bola y presiona suavemente los bordes hacia abajo, pero asegúrate de que los colores de la masa no se mezclen. Engrasa los tazones y coloca la masa en uno de ellos. Pon el segundo tazón encima. Deja reposar la masa así durante 45 minutos.
Hornea el pastel de sandía durante 90 minutos a 150 °C con el calor inferior y superior activado. Tip: Durante el horneado, pon algo de peso sobre el tazón superior como, por ejemplo, una sartén apta para horno, para que el pastel no mueva los tazones al subir.
Deja que el pastel se enfríe después de hornearlo y luego sácalo con cuidado de los dos tazones: ¡ya se parece mucho a una sandía! Pero solo después del primer corte se revela todo su esplendor.
